Revuelo causaron los resultados de la CEP publicada ayer, que dan al Presidente Piñera un 45% de aprobación y un 29% de rechazo luego de 4 meses de gobierno marcado por una oposición dura, una catástrofe natural de proporciones y todo lo que aquello acarrea (disconformidad de la gente, criticas a la gestión, pelear contra la suspertision no solo del pueblo sino de la clase política chilena que se aprovecha de aquello), la intención de solucionarla (y no dejar a medio camino o librado a la suerte de la burocracia como ocurre aún en Tocopilla o en Chanten), el mundial de por medio (que detiene toda actividad, porque seamos sinceros la mayoría se detiene a ver jugar a su selección) y finalmente pero no menos importante, la inexperiencia de un grupo político nuevo en el ámbito administrativo estatal, que es mucho mas complejo que el directorio de una empresa privada, para bien o para mal, afectando la operatividad de las soluciones a manos del incesante papeleo sobre todo en el país que le hace culto a los "timbres y estampillas".
Con todo esto, que no es poco, el 45% de Piñera en la CEP levantó las alarmas, la oposición tomó las armas para denostar y como siempre intentar hacer leña del supuesto árbol caído y el oficialismo, en una jugaba bastante estúpida y auto flagelante con aire derrotista, utilizó las cifras diciendo que estas eran las esperadas.
En mi opinión, estas cifras son mas de las esperadas y es una victoria para un equipo político QUE NO SABE COMO GOBERNAR Y NO TIENE EL BAGAJE NI MANEJO ADMINISTRATIVO DE ESE GIGANTE CORPORATIVO QUE ES EL ESTADO DE CHILE, a diferencia de la Concertación donde 20 años de practica (reformas de Estado de por medio) permiten no solo la buena gestión, sino la tergiversación de la misma incurriendo en malas practicas.
Siendo estrictos la experiencia particular del Presidente en política se remite a cargos de mera burocracia y nula ejecución (Senador por Santiago en la década de los 90, Presidente de Renovación Nacional a finales de la misma), quienes más peso político poseen son 3 ministros (Larroulett, Lavín, Ravinet) dos de los cuales fueron alcaldes por la misma comuna (Santiago, dejando ambos varias dudas respecto a su gestión), donde el Ministro del Interior y Jefe de Gabinete jamás tuvo un cargo publico y donde la Ministra Secretaria General de Gobierno, a pesar de ser Cientista político, no es mas que una ex panelista de un programa de televisión, reclutada por un partido que apeló con ella al caudillaje, en una elección senatorial.
El slogan versaba un “gobierno de excelencia” un gobierno con los mejores, pero ¿Mejores en que aspecto? Si es por el aspecto profesional y el desempeño privado de cada participe de este gobierno, es para estar totalmente de acuerdo, la mayoría con post grados, con renombres en sus áreas a nivel nacional (cosa que se les hizo fácil gracias a que pudieron estudiar gratis en la Universidad), pero si hablamos de excelencia en política no es posible estar de acuerdo, en Política la excelencia es difícil de alcanzar, porque la ejecución de proyectos a nivel nacional exige riesgos, exige conocimiento acabado del aparato burocrático y sobre todo se requiere muñeca para manipularlo y eso se gana solo en la practica, ya que ser oposición es mucho mas fácil que gobernar, porque justamente esta se opone a lo que se le entrega, busca corroer a través de la duda aquello que el GOBIERNO DEBE PROPONER.
Entonces si nos vamos a los números, el oficialismo se está ahogando en un vaso de agua y la oposición está mirando la parte vacía del vaso (y esto obvio su funcionalidad es debilitar al oficialismo y volver al gobierno).
La encuesta CEP de este periodo, en la evaluación de la conducción del gobierno muestra lo siguiente:
Si buscamos caer en la odiosidad de la comparación, el antecedente del anterior gobierno a igual periodo en la misma encuesta con igual pregunta; muestra que el desempeño de la Presidenta Bachellet era el siguiente:
La metodología de la encuesta 2006 y 2010 entregando un margen de error entre +- 2.7% a +- 3%
Como claramente lo muestra el grafico, las diferencias son nulas, de hecho se puede hablar de un empate en el desempeño de ambos Presidentes; Piñera si bien logra un punto menos de aprobación, tiene 2 puntos menos de desaprobación comparado con Bachellet que llegaba a los 31, esta diferencia se radica hoy en la respuesta “no sabe/no contesta” demostrando que progresivamente el desinterés político aumenta en Chile. Pero mas allá de eso, los márgenes de diferencia se enmarcan en el margen de error de la muestra, por tanto la diferencia en meramente estadística, pero no de percepción de la sociedad.
Esto debería ser tomado como un logro para Piñera y su equipo, ya que se está comparando a un gobierno carente de total experiencia, con la línea continuista de lo que era la Concertación y en especial con un gobierno que contaba con nombres fuertes como Zaldivar y Velasco en el Ministerio del Interior.
Además si vamos mas atrás, en cada cambio de gobierno la situación es mas menos similar, Lagos dejó la Moneda con 60% de aprobación y 24% de rechazo, Bachellet enfrentó una baja de 14% en aprobación y un aumento del 7% del rechazo en comparación con Lagos; Este contaba con un 75% de evaluación positiva al abandonar la Moneda hoy no supera el 46%.
Piñera se enfrenta a uno de los fenómenos carismáticos mas grandes que tenga la política chilena actual, como es la ex Presidenta, por ello esta caída se aprecia tan brusca, pero mirando los precedentes es lo normal al inicio de cada gobierno, ahora si se agrega el contexto, la situación es mucho mas alentadora, ya que Bachellet no inicio su gobierno con un terremoto que afectó a 2 millones de persona, con ello pudo desarrollar su promesas para los 100 días de gobiernos sin mayores contratiempos, aun cuando al final de estos tuvo que efectuar un cambio de Gabinete, tampoco contaba con la inexperiencia del equipo político cosa que si carece, no solo este gobierno, sino que el propio Piñera, además Bachellet no contó con el rechazo popular a la ideología que representa, ya que luego de 20 años, la concertación era casi una costumbre en Chile, a diferencia de la derecha que debe cargar con el peso de su historia conservadora y la mala fama adquirida con su participación en el Gobierno del General Pinochet.
Es verdad que, como muchos dicen, “otra cosa es con guitarra” por eso esta diferencia que es a la larga un empate, enmarcándose en el margen de error de la propia encuesta, no debería ser para nada una derrota, sino un precedente para establecer que un gobierno inexperto puede lograr mantener el piso de aprobación de gobiernos que llevaban mas de 15 años en el poder y en conciencia de aquello con el paso de los meses solo queda crecer siempre y cuando se aprenda de los errores y se mejore la capacidad de gestión y coordinación, más allá del cumplimiento neto de las promesas de campaña.
La ex Presidenta no logró superar el 50% de aprobación hasta pasados 10 meses de su gobierno, hoy con 4 meses el Gobierno de Piñera tiene la opción en sus manos, ya que las cifras macroeconómicas le sonríen (7,1% de IMACEC en mayo aun cuando en marzo era de -2,8%) disminución del desempleo (en cifra marginal de 0,3% pero en esto de las cifras y la construcción de imagen positiva hoy en día todo sirve) una agenda legislativa más nutrida que la de Bachellet (http://www.minsegpres.gob.cl/portal/documentos/legislacion_al_dia/boletin_legislativo/boletin/documentoLista/0/documento/BOLETiN%2021.pdf revisar proyectos por mensaje), debates mas intensos y lo mas importante LA MISIÓN DE GANAR EL APOYO POPULAR PARA PERPETUARSE Y PERPETUAR A SU COALICIÓN POLÍTICA EN EL PODER que como Maquiavelo afirmaba, debe ser el fin de todo aquel que llega a esta instancia de gobierno
Todo esto, para un buen político, debería ser un aliciente para decir que las cosas se pueden hacer y en su defecto, da lo mismo lo que diga una encuesta, son los principios e ideas propias las que uno debe defender, sobre todo si se tiene el convencimiento de que aquello beneficia a la comunidad entera, aun cuando esta en el momento no se de cuenta. (tal como comenté en la columna anterior) por ende este gobierno no se puede amedrentar por los comentarios periodísticos que buscan vender mas, ni tampoco puede caer en el proselitismo político porque la homogeneidad y la unicidad no son positivos en un mundo plural.
Por ende los números de la CEP, a diferencia de lo que las interpretaciones simplistas plantean, son bastante más benignos y positivos para el Gobierno de Sebastián Piñera.
