miércoles, 22 de septiembre de 2010

Lo que provocas en mi

Me quedé sin armas otra vez
desnudo con mi corazón a flaco abierto me encontré
el tiempo me vuelve a decir
que a tus pies me rendiré
porque he vuelto a caer,
no con la misma piedra,
lo cual es un avance;
aunque con una parecida nuevamente tropecé.

Pero ahora es peor
ahora ya soy mayor
ya no es el despertar
del alma y del cuerpo
es la vida de adulto
que me pide a gritos
llevarte hasta mi humilde edén
con tu cintura perfecta
con tus caderas precisas para mi piel
con esa cara de ángel,
con esos labios que erizan mi ser
con esa voz que solo algunos sabemos reconocer
como la obra mas bella
como caricias de seda que se agolpan y dan sed
Sed de tenerte por sobre desearte
Sed de tocarte por sobre rozarte
Sed de besarte por sobre mirarte
Sed de peliarnos para así reencontrarnos
y en la cama reconciliarnos.

En fin esta sed por ti no se puede detener
menos cuando eres fruto prohibido
menos cuando no se que sientes
cuando no intuyo lo que conmigo piensas hacer
porque como siempre en la historia de mi amor
nada puede ser simple,
siempre me cuesta ser feliz
y aun así estoy aquí
desnudo como nunca,
sin ninguna defensa
sin ninguna armadura
esperando que llegues por mi
por lo menos una noche
para que tu pelo oscuro y tu perfume hipnótico
perdure mas que un mero baile
para que mis manos duerman y reposen en ti.

No hay comentarios: